viernes, 14 de noviembre de 2014

Capítulo IV: Alay

Alay es un nombre de niña de origen vasco que significa: “alegría”.

Me es muy complejo de explicar como llegó ese nombre a mi vida. Solo conocía su significado de una serie para adolescentes que solía ver. La hija de la jefa de ministros se llamaba "Alay", un nombre extraño para una niña rica. 
Yo tenía 9 años cuando tomé la decisión de cambiar un skate por una guitarra. Mi abuelo fue mi guía y hasta hoy no me arrepiento de haberlo hecho. Muchos sentimientos se desataron desde ese entonces. Hoy, 8 años después, no es solo un nombre para mí. Esta es la historia de mi Alay. 

No sé como describir la situación, fue solo un papel en blanco. Todo comenzó hace 4 veranos. Estaba sola, era ese momento en el que no tenía amigos. Tal vez nunca los tuve. Eso pensaba la mente alborotada de una chica de 12 años. En mi cabeza vivía mi propio mundo. En ese momento, estaba lleno de sirenas en un mar azul, que tenían poderes mágicos y lo único que las hacia feliz era nadar como delfines a kilómetros al infinito. Yo quería ser como ellas, pero mis esperanzas eran nulas. Toda esa magia que quería imitar, por mucho tiempo quedó dentro de mí. 
Tenía a una pequeña y fiel compañera, Hallie. Su nombre fue en honor a las gemelas de una película de Disney que eran iguales pero al mismo tiempo muy distintas.  Era una guitarra criolla a la cual no hacía falta hablarle, solamente acariciar sus cuerdas para no sentirme sola. Gracias a ella, un día, pude encontrar un lugar al donde pertenecía. 
A los 12 años empecé a escribir canciones, casi todas tenían la misma temática: mis amigos. Podían ser para regalo, o la mayoría de las veces se repetían frases como "Que haría sin mis amigos". Yo las presumía porque pensaba que eran geniales, mientras todos se reían de mi a mis espaldas. Cada día entendía que, si quería que algo me salga bien, no se lo tenía que decir a nadie. Todo me llenaba de inseguridad. Nada lograba controlarme, solamente Hallie. Ella tenía una gemela, Annie, en honor al otro personaje de la película. Mi hermana Ludmila no apreciaba tanto la música como yo, así que me adueñé de ambas y empecé a construir y componer mis letras. 
Eran mis bebés, mis diarios personales estaban llenos de ellas. Pero solamente narraban mis deseos de tener amigos. 
Tengo una teoría, el primer sentimiento que aparezca al tocar una guitarra con primera vez, ese seria el nombre perfecto. Así apareció Alay, pero fue diferente. Yo tenía una mejor amiga, Jimena, que se estaba por cambiar de colegio. Fue la primera gran pérdida que tuve que sufrir. El último día que estuvimos juntas, llevé a Hallie a su casa y le dediqué una canción. Fue la primera vez que cantar con Hallie me dolió tanto como aquella vez. Tratamos de seguir la relación a pesar de que no nos veíamos mucho. No pude soportarlo. Estábamos a 10 minutos de diferencia en auto y no hablábamos ni nos veíamos nunca. El dolor era muy grande y terminó por morir nuestra amistad. Dejé a Hallie por un tiempo, porque el sabor amargo de recordar aquel día no me hacía querer cantar nunca más. 

En la navidad del 2011, mi padre me preguntó que quería de regalo y no supe que decirle. Cuando se hicieron las 12, una guitarra apareció abajo del árbol. Una hermosa guitarra acústica color madera natural. Mi padre me había regalado un nuevo comienzo y una razón para no dejar lo que amaba. Cuando llegué a mi casa, me encerré en el comedor a tratar de volver a tocar. Miles de canciones me vinieron a la mente, pero solamente una quise tocar: la suya. 
Era una mala idea, pero a la vez quería hacerlo. No pude. Lloré toda aquella madrugada de navidad. De la nada, entre llantos y papeles, me surgió la inspiración para componer una canción. Nunca le puse un título, hasta hoy en día me recuerdo escribiendo el estribillo. Es algo que no pude superar. Su recuerdo no se iba
Un año después, decidí finalmente bautizar a mi nueva guitarra como "Alay". Ella es una nueva alegría que encontré, una razón para superar mi pasado pero siempre teniendo presente lo que fui.

Jimena, quiero decirte que te amo, donde quiera que estés. ¡Gracias por esta nueva vida, amiga!

"A veces no sé donde puedo encajar
me siento invisible desde que vos no estás.
Te veo tan feliz ahora con tu nueva vida
pero extraño demasiado ser tu mejor amiga"

Jimena - Carlyuxx

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