sábado, 26 de noviembre de 2016

Capítulo XXXX: Apolo XVI


No sé cómo empezar esto la verdad. Creo que es una de las pocas ocasiones en las que me cuesta expresarme. Iba a improvisar algo, pero no quería dejar nada afuera. Ojalá logre hacerlo.
Éste grupo originalmente se llamó “Bazofia”. Las explicaciones fueron muchas, pero la más repetida siempre fue “Porque somos un montón de Bazofias. Éste curso es una Bazofia. Pura Bazofia”. Lamentablemente hemos sido de alguna forma “censurados” por descansarnos a nosotros mismos. Entonces nos fuimos a tocar la quena con Carlitos y cambiamos nuestro nombre a “Sokeba”. Más que eso, fuimos un curso que tuvo de todo: Mafia, peleas, bardo, grupos, subgrupos, buen y mal comportamiento, debates políticos, momentos de complicidad, triunfos y derrotas. Todo ello, también se refleja en las heridas causadas por jugar al chancho, al truco, al vikingo vikingo, el proceso de formación “Cucuta” y las guerras de trincheras con armas de papel que luego se convirtieron en bolas de nieve. Nos transformamos en fichas de T.E.G y conquistamos el mapa; en personajes de Star Wars y viajamos por la galaxia; En militares y sobrevivimos  a la purga; en Indígenas africanos y unimos a Jane con a Tarzán; en Faraones y revivimos de las tumbas. Y con el ritmo de “Party Rock Anthem” nos llevamos el triunfo como mejor recuerdo. Volvimos de un viaje contagiados de la música de Ozuna, con golpes causados por el esquí y el culipatín, cantando canciones como “Bienvenidos a Bypass” y “Cae el Sol”.
Pero todo eso ya lo sabemos, está en nuestros recuerdos más preciados y graciosos. Esos que ni las más bizarras previas con Vodka “Nikov” pueden borrarnos (Aunque sí dejarnos una buena resaca). No fuimos el curso “Perfecto” ni tampoco quisimos, creo yo, serlo nunca. Pero al fin y al cabo, detrás de todo lo negativo, siempre hay algo bueno que rescatar. Como cuando Lucas casi se nos va por golpearse la cabeza contra la Columna. Por lo menos se le acomodaron las ideas pero sigue sin saber bailar. Peor fue el tobogán de cemento que llevó a Franco a ganarse el premio a la mejor caída en los MXD Awards.
En lo personal, tengo muchas cosas que decir, pero a la vez no sabría como contarlas todas. Más que nada se resume en todo lo que aprendí siendo parte de éste grupo. Aprendí a valorar cada cosa que pasó, porque así como la en la fiesta, el tiempo corre y la vida pasa. Aprendí que las personas pueden cambiar para bien y volverse importantes, o para mal y dejarte una enseñanza. Aprendí a trabajar en equipo por un objetivo en común, a pesar de las arduas discusiones y la desorganización. Aprendí que una nota no te define como persona, sino como se es en la vida. Aprendí a buscar alternativas cuando los recursos eran escasos y a utilizar mi tiempo para algo más que solo para mí. Aprendí a cuidarme y a otros, hasta en las previas más bizarras y descontroladas. Pero más que nada, aprendí que siempre hay una nueva oportunidad para volver a empezar, para arreglar las cosas, para mejorar o simplemente para decir eso que nunca te atreviste. Citando a mi autor favorito “Hemos compartido (parte) del viaje más largo: La vida. Y la mía ha estado colmada de alegrías gracias a ustedes”.
Y ahora nos damos cuenta que el tiempo pasó, pero al vida sigue. Así que me despido con la esperanza de encontrar nuevos Apolos volando en el cielo, bailando al ritmo de los Cucuta viajando a través de las puertas (o cambiándolas). Como nos dijo nuestro querido “Sapo” en Bariloche: Sean felices, que para eso vivimos.

Muchas Gracias y que nos volvamos a ver.

"Estoy listo para ir,
hay que aprender a compartir
Los sueños que hay en ti.
Estoy listo junto a ti
Todos vamos a llegar
Y juntos caminar.
Ya estamos todos aquí"

Estoy listo - Casi Ángeles

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