Lo Imposible (Realmente Imposible)

Últimamente, me doy cuenta que la felicidad y el deseo son como una droga y muchas veces no pueden separarse: cuanto más grande es la felicidad, también lo es el deseo de no estar triste y conservarla. Como cualquier droga, nos permite escapar de la realidad y nos hace vivir en una en donde todo es perfecto y los problemas no existen; nos hacen soñar despiertos. Pero, a pesar de eso, es mala. Dicen que soñar es malo si olvidas vivir y, cuando se vuelve una adicción, la verdadera realidad nos destruye. pero, en parte, la felicidad se disfruta más cuando se aprecian ESOS momentos en donde es tan grande como un infinito. Pero, hablando en serio ¡Quién no querría que se hicieran realidad sus sueños más felices?.
Igualmente, cuanto más grande es el deseo y la felicidad, más grande es el riesgo de que, de un momento a otro, se destruya y nos haga derrumbarnos a nosotros mismos. 
Lo que hace tan especiales a los sueños son que, algunos (en donde más somos felices) son imposibles. Y eso, en consecuencia, aumenta el deseo de querer que se haga realidad. 

Me encuentro con ella frente a mi, como la última vez. Creo escuchar su risa y su voz llamándome: acá estoy. veo que se acerca hacia a mí y me abraza. El tiempo se detiene en mi mente, como cada vez que estoy con ella. No recuerdo por qué, pero parecía que estábamos echadas en un parque, hablando mientras mirábamos el cielo. hasta ahí, nada parecía imposible.

-Amo como me haces reir
-Extrañaba todo esto. Vos y yo, juntas de nuevo.
-Yo también, valió la pena todo lo que pasó.
-Tuvimos un pequeño infinito lleno de problemas...no como Hazel y Gus.
-No somos Hazel y Gus.
-Pero estamos en nuestro pequeño infinito.
-Si, supongo.

Nos miramos fijamente, casi podía sentir su respiración en mi rostro. no quería hacer nada que arruinase la situación. Me limité a acariciarla las mejillas. 

-No quisiera irme ni que se acabara este momento
-Necesito que hagas algo
-Decime
-Dame un beso. 
-NO voy a hacer nada que vos no quieras y no quiero perderte de nuevo.
-Quiero que tu primer beso estando enamorada sea conmigo. Quiero asegurarme de que sea con alguien que te quiera de verdad.
-¿Vos me queres?
-Yo te amo, mi cielo
-Yo también te amo.

No lo dudé y la besé. me sentía en las nubes, en nuestro pequeño infinito, como si fuésemos Hazel y Augustus. Todo era perfecto hasta que me desperté.
Era demasiado perfecto para ser verdad y sé que nunca podría pasar pero eso es lo que hace tan únicos a los sueños; aumentan nuestro deseo de felicidad con cosas imposibles.

Acá me encuentro, luego de un par de días. Tratando de buscar ese deseo de felicidad. Solamente que estoy tratando de tragar un vómito, un malestar que me provoca saber que las cosas ahora son diferentes: está con el amor de su vida. Y me siento egoísta, porque no tendría por qué enojarme con ella. No tiene por qué aguantarse mis... (celos, enojo, bronca, tristeza, idiotez) pelotudeces hacía su amor no correspondido. Se supone que YA ACABO todo lo que NUNCA SE DIÓ. Era lo que yo quería, verla feliz. Aunque para eso no sea necesaria yo en su vida. Ella logró lo que quería; recuperar al amor de su vida. Por dentro me duele, pero queda tragarse todo esto y seguir, aunque las cosas no salgan como yo quiero. Me gusta estar así, esta relación de hermanas que por tanto tiempo sufrí porque la daba por perdida y a pesar de todo, nunca voy a poder evitarlo; ella me va a hacer siempre feliz a su manera y no hay nadie que pueda cumplir ese rol. No de la misma forma. La amé, la amo y la voy a amar de mil maneras porque yo amo que ella sea feliz. Quiero que sea feliz y que podamos seguir siendo hermanas, creo que me gusta así. 
A veces sueño con ese momento que nunca va a pasar. Me cuesta disimular la felicidad que me agarra cuando me abraza o cuando hablo de ella. Es imposible decir que no es nada para mí. Es mi debilidad y lo va a ser siempre. Prefiero mil veces su sonrisa estando con él a no poder verla nunca más. 

"Gracias por nuestro pequeño infinito"