lunes, 28 de octubre de 2013

Cambios




Es increíble como cambian las cosas en una semana, como una simple actividad dinámica te aclara la mente y como estar sin el celular te abre los ojos completamente a un mundo nuevo.
"Apaguemos el celular y miremos nos a los ojos" Decía un cartel en el camping. Estar alejados de todo lo que acostumbramos ver y abrir las puertas de nuestra cabeza. Al principio, no significaba nada, un viaje más, dormir en una carpa, comer todos juntos y bañarse con agua fría. De a poco se convirtió en reflexiones, momentos de charlas, risas, juegos, excursiones, quejas divertidas, fotos y llantos de emoción.
El primer dia, con sus juegos extraños y desastrosos. Todos con la cara lena de harina, la boca repleta de dulce de leche, manzana y naranja; todos empapados y llenos de tierra. Valió la pena, el trabajo en equipo y muchas risas. 
Segundo dia, el tema de conversación y reflexión. "¿Quienes Somos?". Los dirigentes tratando de hacernos pensar, ver en nosotros, lo que queremos, lo que nos gusta, lo que queremos llegar a lograr, como nos vemos en el futuro. Seguido de eso, escribir nuestra propia biografía, contando quienes éramos para nosotros.
Tercer día, una excursión a La Cumbrecita. Conectados con la naturaleza.
Cuarto día, el más emotivo de todos. El tema del día fue la dinámica reloj. Charlé con personas a las que no conocía más que de vista e incluso cambió mi imagen sobre muchas de ellas. La que antes me parecía una zorra, ahora me cae super bien. El que para mi antes era un bobo, ahora es re buena onda y con la que estaba peleada, formamos un lindo vinculo de nuevo. En el quincho, nos hicieron escuchar la canción "Bendita tu Luz", la cual se convirtió en el himno del campamento, y nos hicieron escribirle un mensaje a aquella persona que habíamos conocido o aprendido a conocer.
Luego, hablar de mi familia produjo que me quebrara en lagrimas, ya que pude expresarme con mis compañeras de patrulla y dirigente, sin temor a que me juzgaran, ademas de entenderlas cuando me contaron sus propias historias. Pude conocer mejor a mi dirigente y entendí varias cosas que antes no podía. Llegó la noche y nos sorprendieron con unas cartas de nuestros familiares. Yo buscaba la carta de mis viejos y al final recibi más de las que esperaba. No podía parar de llorar con las cartas de mis viejos, pero me hizo muy feliz saber que en ellas decían que estaban orgullosos de mi. 
En resumen, aprendí muchas cosas en este viaje. Aprendi que no hay que juzgar el otro antes de conocer su historia, como me pasó con mis compañeras de patrulla a la cuales ahora les tengo un gran cariño. Aprendí a valorar lo que soy y lo que tengo, cosa que antes no podía hacer por mis inseguridades. Pero más que nada, aprendí a confiar en mi misma y a darme cuenta de que por que caigan un par de gotas, una tormenta a veces sirve.

Se fueron 3 cursos y se volvió uno solo. GRACIAS POR TANTO RIZAKA

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