miércoles, 10 de agosto de 2016

Capítulo XXXVII: Con las luces apagadas

Escribir. Solo esto. Lo necesito. Es necesario que te plasme de alguna forma todo lo que siento. Es un medio de escape en el cual solo estoy yo, hablándote, pero capaz vos ni te das cuenta de que me encuentro en este lugar, una hoja en blanco donde puedo decir tantas cosas, pero a la vez no se por donde empezar. Siempre me pasa, cuando quiero, cuando no, me quedo sin palabras. Siento que el piso no para de moverse y todo es por tu culpa.
Volviste, SI, lo hiciste. Saliste inesperadamente de ese huracán y te vi, frente a mi. Bajo esos lentes de sol y un gorro de colores. Sin aliento, sin ganas de nada, sin ganas de enfrentar la situación hice lo que sentía y me fui. Creo que lo que mejor me sale hacer es escapar. Esconderme donde nadie me ve ni tenga por que preguntarme que me pasa. No pude evitar lo irremediable. Vos y yo estábamos atrapadas en el mismo lugar, esa ciudad mágica que me trajo a la mente ese verano lleno de misterios, de dudas, de falsas salidas a correr, de celos, de propuestas indecentes, de canciones, de charlas en inglés pero sobre todo, de vos. No estabas en mis coordenadas, no te planeaba para mi vida. Pero aún así, estabas ahí.
Diez de la noche y un mensaje de "Hola". Yo me estaba preguntando en que carajo me había metido, quien sos, que queres, no soy el tipo de persona que pensas, no sirvo para éstas cosas, soy demasiado insegura. Alejate, soy experta en lastimar a las personas que se vuelven importantes en mi vida y siempre se terminan alejando de mi. Me agradas, me gusta como pensas. Conoces perfectamente el juego perverso de jugar con las ideas de una persona a través de las metáforas. Me atrapaste en mi propio laberinto, no tuve opción "¿Tenés algo que hacer el jueves 28?". Que estaba haciendo, no lo sabía. Simplemente lo dije y vos aceptaste. Teníamos fecha, teníamos lugar. Que iba a pasar. Vos diste el primer paso, yo estaba atada a mis miedos, me estanqué en el arranque, pisando el freno a fondo. Vos me diste el pie y, desde ahí, no pude parar de pisar el acelerador. Se había formado algo adentro mio, una mezcla de un cariño que traía consigo unas consecuencias que hasta el dia de hoy no puedo ocultar. El que dirán, como me tratarán, la maldita opinión de los demás que deja cicatrices en mi piel.
Aún así, todo siguió. Visitas guiadas a tu cuarto, un tour a Narnia en tu armario, al mundo de Monster Inc a través de las puertas y buscando la llave de la cámara de los secretos, de la cual siempre me costaba salir cada vez que estaba con vos. Pero, sin más, tengo la licenciatura en echar a perder todo lo lindo que tiene mi vida, todo lo que me hace feliz, todo aquello que alguna vez me hizo sentir el calor dentro de mi cuerpo, la vida renacer en mi, latir mi corazón a mil beats por segundo, más rápido que una canción de Taylor Swift. ¿Que estoy haciendo? ¿Que hiciste conmigo? ¿Por qué te dejé ir?. No te di importancia, pero si muchas explicaciones. No quería lastimarte, mi cariño podría haber parecido falso, pero no mentí en nada. No mentía cuando te demostraba lo que sentía, aunque siempre lo hice con cautela. Ahora ella no está presente y no voy a tener filtro cuando se trata de vos.
Escucho canciones que me hacen recordarte para poder seguir, no te das una idea lo que me cuesta sacar esto por fin desde lo más profundo de mi. Un piano tranquilo que refleja una melodía triste. Como cuando te dejé ir, por que lo hice es la pregunta que aún no respondo. Pero sé la respuesta perfectamente. tenía miedo, aún lo tengo. Estoy constantemente pendiente del mundo exterior, en un ojo de tormenta imaginario. No sé que carajo hago acá, que les importa mi vida, no soy el centro del mundo. Es algo común, dos personas que sienten algo  y que quieren intentarlo. Vos lo intentaste, yo solamente abandoné el juego ante la primera dificultad. No sabía cuanto dolía, cuan feo era verte irte, saber que sos feliz con alguien más que no soy yo hasta que te volví a encontrar. Quise negar que estaba enamorada solamente porque sabia que no podía darte lo que querías, no me atrevía a jugarmela, a decirle al mundo a los gritos lo mucho que te amaba. Por eso me escondí y escapé. Simplemente lo hice, con una excusa tan real como es cada palabra que estás leyendo. 
En fin. Otra vez, apareciste. Hola, ¿Como estás? Hacia poco nos habíamos peleado, hicimos las paces, pero las aguas no estaban para ir directo a  la tormenta. Ni una mirada siquiera, decidí escapar de nuevo. Pero, como siempre, unas escaleras nos cruzaron en el mismo camino y vos pusiste el pie en el acelerador. 100... 120.... 150.... a máxima velocidad. Tan rápido pasó. Con las luces apagadas siempre te encontraba, aunque no podía verte, sentía tu respiración, tus besos sobre mi. Como tus manos acariciaban mis brazos y tu corazón latía junto al mio. No me importaba nada, sabía que era algo temporal como aquel verano que dejé ir. Ahora que estoy sentada pensando en todo, me doy cuenta que no aproveché esos 8 días junto a vos. Vos tenías una promesa que cumplir y yo un impulso que controlar. Lo intentamos y casi se nos va de las manos. 
Haciendo valer mi título en licenciatura, de nuevo eché todo a perder. Me viste, con otra persona, y pude sentir como mi inconsciente me gritaba que me estabas mirando, que estaba equivocada, que te iba  a perder de nuevo. Pero aún así no lo quise escuchar. Estaba ciega, tal vez por el ruido, tal vez por el alcohol. Te fuiste con el corazón echo pedazos por mi culpa y tenías toda la razón. De nuevo te había dejado escapar. Te hice llorar, me odiaste, me gritaste con toda la razón del mundo. Por una vez, me hice cargo y te fui a buscar. No entendía por que estabas molesta, pero como siempre fue una idea muy estúpida de mi parte, me estabas dando tu amor de nuevo aunque no me lo merecía y, a pesar de eso, otra vez no supe valorarlo.
Roket, querido Roket. ¿Cual fue la magia que la trajo hasta mi?. El karma se plantó ante mi y pude ver como el destino quería que viera mis errores, repitiendo las mismas acciones que yo había cometido. No pude resistir la tentación y me fui, enojada, triste, decepcionada de mi misma y de esa situación. Pero inesperadamente, un grito de "no te vayas. Quedate, Vamos a hablar. por favor" nos hizo terminar en las mismas escaleras. No tenía palabras, estaba muda, solamente escuchaba su voz confesándome sin filtro todo lo que sentía y aún siente por mi. Me contuve las ganas de llorar pero se me erizaba la piel con cada palabra, como cuchillos al corazón. cada detalle perfectamente explicado, como si lo hubiese estudiado para dar un examen: El más difícil de todos, el de demostrar cuanto realmente te importa una persona. Un abrazo con un silencio que valía más que mil palabras me hizo dar vuelta todas las ideas, mi mundo estaba de cabeza, completamente confundida. Realmente, no sabía que hacer con todo lo que sentía y solo podía resumirse en algo tan simple que aún me cuesta horrores admitir: estoy completamente enamorada de vos. El amor es una locura, pero es realmente maravilloso. El amor te hace dudar, el amor es difícil, el amor te obliga a hacerte cargo de tus decisiones, el amor trae consecuencias, el amor te hace sentir libre, el amor es la respuesta a todas las preguntas. Todo se confirmó la última noche, estabas tan linda, hasta en eso me ganaste, otra vez. Nos fuimos, nos dormimos y por un rato no sufrimos más. Podía sentir tus brazos rodeándome y como el tiempo pasaba lento. No quería que te vayas, por primera vez en mucho tiempo, me sentía completa. En mi propio Wonderland. Vos estabas en él, con todo lo que me hacía feliz. El alba me hizo despedirte, viendo como te subías a un micro y te ibas lejos de mi. Nos separamos, pero aún mi mente sigue congelada en ese mismo lugar.
Volvimos al mundo real, vos tenes a alguien esperando por vos y yo también. Pero es momento que termine ésto, diciéndote todo lo que siento. Quiero que entiendas por que tengo tanto miedo. No me importan mis padres, no me importan mis compañeros, se que mis amigos me van a aceptar sea cual sea mi decisión. La verdad es que te amo, realmente lo hago. Nunca te lo dije en todo este tiempo, aunque vos si pero yo no quise escucharte. Me provocas una felicidad que es difícil de escribir, ni siquiera puedo explicarlo. Sabes como jugar con mis ideas, sabes como hacerme enojar, sabes cual es mi punto débil, sabes cada maldita cosa que puede hacerme cambiar mi estado de ánimo. No puedo dejar de ser yo misma cuando estoy o hablo con vos. Un histeriqueo no cambia en nada, porque siempre te voy a recordar lo estúpida que fui al dejarte ir. Aunque vos creas que todo lo que hay en vos es malo, yo no creo que sea así. Fuiste alguien que se la jugó por mi, a pesar de todas las trabas existentes que puse en su camino. Sos alguien valiente, una persona que se merece que la amen de verdad sin importar nada. Como ya te dije, el amor es difícil pero no te voy a negar que lo que siento es real. Es la primera vez que te digo algo tan sincero como ésto, no puedo sacarte de mi cabeza y mis ojos se están poniendo borrosos por las lágrimas. Como vos me dijiste, yo tampoco me arrepiento de nada, de haberte conocido, de irte a ver la primera vez, de todos los besos en diferentes lugares, de las peleas, de los desencuentros, de las nuevas oportunidades. Pero más que nada, no me arrepiento de esto que siento, de este intento de amor que sé que es correspondido, pero que nunca te va a poder dar todo lo que quieras, porque soy una cobarde con todas las malditas letras existentes. Y te pido perdón, por ilusionarte, por dejarte ir y por decirte esto, porque sé que estás en una situación de mierda y yo ya no quiero que sigas mal por mi. Fuiste, sos y serás, una de mis mejores canciones de vida, porque ahora no puedo escuchar ninguna sin que vengas a mi mente. Ojalá algún día te vuelva a encontrar y éstos momentos temporales nos hayan superado en el tiempo, ojalá podamos a ser amigas, ojalá podamos seguir adelante con la persona que nos haga feliz. Va a ser difícil, pero prometo estar siempre, como una vez lo hice. Gracias por darme tu amor, gracias por luchar por mi. Gracias por esa última noche. Gracias por intentar lo imposible. Y en la oscuridad capaz te encuentre de nuevo, con las luces apagadas, un armario o simplemente junto a un matafuegos. 



"Porque tú eres la pieza de mí misma
que desearía no necesitar
perseguir incansablemente,
todavía peleo, y no sé por qué.

Si nuestro amor es tragedia,
¿por qué eres tú mi cura?
Si nuestro amor no es sano,
¿por qué eres tú mi claridad?"

Clarity - Zedd Feat. The Foxes