domingo, 6 de septiembre de 2015

Capítulo XXIV: Si tus ojos hablaran


Quise empezar ésta nueva entrada, haciendo referencia a ésta cita del libro "Espejo Roto".
Como bien explica, hay muchos tipos de espejos. Cada uno con un sentimiento diferente, con el poder suficiente tanto como para fortalecerte como para destruirte. En realidad, ellos son solo un reflejo de un poder en particular: el nuestro. Nosotros y cada uno somos nuestro propio obstáculo, plantado frente a nuestro propio espejo del mal. Aquel que no nos miente, nos muestra la posta y los secretos salen a la luz. Muchas veces, ese espejo se rompe a causa de que nuestros ojos quieren deformar una imagen que no existe, una realidad ficticia de la que necesitamos salir, porque el simple hecho de haber caído en caída libre, no nos percató de estrellarnos con el suelo. Fue en ese momento cuando, sin querer, nuestro espejo se rompió. 
Todos podemos soñar con una imagen perfecta, la cual amásemos y aceptásemos sin dudarlo. Aún no conozco a nadie que haya logrado hacerlo sin mentirse a si mismo. (Aunque puede que no haya buscado demasiado). Un espejo es un arma de doble filo, peligrosa y a la vez fortalecedora. Pero, un espejo no tiene ningún poder, valor o sentido sin un instrumento fundamental, el cual desencadena  TODO y nos desnuda completamente, dejándonos al descubierto. Esa herramienta, son nuestros dos cristales, nuestras ventanas al alma. Nuestros Ojos. 
Una vez alguien me dijo que los ojos son nuestras puertas a lo desconocido, a nuestros sentimientos, a  nuestros sueños más oscuros y preciados. Los ojos reflejan quienes somos, que  esperamos de la vida y como la vemos. Son dos faroles que brillan con nuestra felicidad y se empañan con cada tormenta que solemos llamar "tristeza". Su luz se vuelve roja con la bronca y, al cerrarse, nos tele-transporta a un lugar donde todo es posible. Muchos dicen que nuestros ojos son las ventanas al alma. 

¿Que pasaría si pudiésemos ver más allá de nuestros ojos? ¿Que habría detrás de los tuyos?. Es increíble lo difícil que se me hace mirarte, aunque al mismo tiempo no puedo parar de hacerlo. Tengo miedo y me pongo nerviosa. ¿Por qué?. Creo que por el hecho de que no quiero que me descubras, que indagues en mi y descubras las cosas que no te quiero contar. Desvio mi  mirada constantemente. Siempre vuelvo a encontrarte¿Que pasaría si tus ojos hablaran?. De eso no estoy segura, es más, prefiero no pensarlo. Solo se que pasaría si mis ojos hablaran: te contarían las razones por las que hago las cosas que hago, te describirían mis motivos para escribir cada canción. Te mostrarían en simples gestos como, con tan poco tiempo, podes llegar a regalarme una sonrisa. Son como un agente capaces de revelarte cosas que ni yo misma se. Son un testigo de mis noches oscuras y un fiel narrador de mis sueños más queridos. Pero más que nada, son un pasaje. Un método de escapar de la realidad e ir directamente a mi mundo perfecto, donde siempre te haces presente. Si mis ojos hablaran, sin duda, te harían saber cada sentimiento que pasa por mi mente cada vez que te encuentro, que te abrazo, que te hablo. Cada instante que siento que me queres.
Me daría vergüenza que lo supieses. Aunque en realidad muero por contártelo en serio.
Usualmente suelo recordarte lo muy importante que sos para mi, pero siempre siento que nunca es suficiente, que va a llegar el día en el que ya no pueda hacerlo más y, siendo honesta, no falta mucho tiempo para eso. Quiero contarte toda la verdad:
Desde el día en que te conocí verdaderamente, nunca imaginé llegar a éste punto. Sos como la hermana mayor (Solo por unos meses) que me hacía falta. Siento por vos un cariño especial, sincero y tierno. Tanto como si fueses mi familia, aunque no sea asi. Yo te considero importante, porque en serio significas mucho para mí. Aunque pienso que ya lo sabías. Si alguna vez llegaras a leer ésto, solo una cosa me queda por decir: Si mis ojos hablaran, te darías cuenta de que todo ésto me costó horrores admitir.



"Te voy a decir todo y aunque no lo quieras 
Porque esta es mi manera de decir adiós 
A Dios que te bendiga 
A Dios que te acompañe 
Con todo la fortuna y el amor 

Te voy a decir todo lo que siempre digo 
Cada vez que me despierto y no estás conmigo 
Y escucho que en la radio sin darme explicaciones 
No dejan de nombrar tu nombre en las canciones"

A-Dios Abel Pintos